Aunque es cierto que todo negocio necesita un tiempo de maduración, necesitamos estar alerta de cualquier indicio negativo y tomar medidas para hacer cambios a tiempo.
Los signos de un negocio por quebrar son universales:
- Las ganancias no crecen y se identifica un desaceleramiento. Ya no se ha logrado registrar una venta mejor que la registrada en X día; lo que es peor, los días de ganancia promedio disminuyen en frecuencia.
- Tienes pérdidas netas, aún meses después de establecido. El negocio sigue necesitando que se le inyecte nuevo capital pues no hay liquidez para adquirir nuevo inventario o pagar sueldos en caso de tener personal. La locación promedio madura de los 6 a los 8 meses en adelante; será necesario analizar si es necesario relocalizar el equipo o si hay algo en el surtido de producto que pueda salvar el punto de venta.
- La sincronización de entrada y salida de efectivo no se está dando. Se necesita cubrir mes a mes los mínimos operativos de renta (según el acuerdo llegado con el dueño del sitio), luz, el tiempo del operativo para ir a dar servicio a la máquina y el inventario que se consume. Esto debe pagarse con el flujo de ventas pero también pueden considerarse los ahorros que se tengan designados como colchón.
- Menos frecuencia de pedidos. Baja de forma notoria la necesidad de comprar más inventario.
- Acumulación de inventario. La mayoría del tiempo es causa de estudio insuficiente de la zona y lo que puede satisfacer a los clientes potenciales.
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