Las prácticas empresariales no son ajenas al modelo de máquinas vending. Mientras que hagamos las preparaciones e investigación necesarios, podremos aspirar a tener un negocio rentable:
Planeación estratégica. En este punto debemos definir por qué queremos arrancar con este negocio y hasta dónde queremos llegar. Delimitando lo que nosotros esperamos conseguir del negocio nos ayudará a tomar decisiones y a identificar cuando el negocio va encaminado hacia donde queremos
- ¿Es un negocio que estoy haciendo como un extra, o es algo que deseo expandir a una actividad de gran magnitud?¿Cuántas máquinas y ventas son el punto ideal?¿Hasta dónde quiero llegar?
- ¿Voy a atenderlo yo mismo o planeo contratar?
- ¿Qué puntos de la ciudad son potenciales sitios para la(s) máquina(s)?¿Hay máquinas competidoras en esos lugares?¿Qué venden?
- ¿Cuál es mi situación? Liquidez económica, disponibilidad de crédito, tiempo disponible para atender negocio, espacio disponible para almacenar inventario, transporte disponible para visitar proveedores y surtir máquina
- ¿Cómo voy a hacer el trabajo? Enlista todas las tareas, el equipo, costos y las personas que se necesitarán para operar
- ¿Cuál será mi métrico de éxito? Proyecciones de venta, punto de equilibrio, ROI.
Con este mapa, planes y presupuestos reduciremos sorpresas y podremos identificar más fácilmente si vamos bien o no. Ahora bien, cada tipo de empresa tiene sus mejores prácticas según su giro. En el caso de las máquinas vending hay puntos que debemos evitar para que nuestra inversión, tiempo y esfuerzo no se vayan al caño:
- La máquina vending tiene tiempos extendidos sin surtido. Un sabor de refresco se agotó, o todos; algo similar ocurre cuando siempre encuentras la tienda cerrada o que nunca tiene lo que buscas… Eventualmente los clientes se desaniman y probablemente nunca intenten comprar de nuevo.
-El sistema de pago no funciona. Es un punto vital: ¿cómo poder vender si no puedes recibir el pago? Revisa con regularidad que haya dinero para dar cambios y que los billetes no se atoren; igual en casos con tarjeta de crédito, que haya conexión con el banco.
-Sólo surtes cosas que te gustan a ti. Recuerda, los que van a comprar son otras personas y es probable que tengan intereses totalmente distintos; evita quedarte con inventario atorado.
-La apariencia de la máquina deja que desear. Recordemos que de la vista nace el amor; una máquina sucia, con letreros cayéndose y escritos a mano además de no motivar provocan desconfianza.
-Preparar inventarios sin un plan ni búsqueda de proveedores. Comprar a menudeo en un centro comercial nos orilla a tener que subir nuestros precios o sacrificar ganancias con tal de vender. Debemos cuantificar lo que vamos a necesitar en el mes, proveedores que nos puedan ofrecer mejores precios y la frecuencia en que estaremos comprando/ordenando. Así conservaremos nuestra liquidez y tendremos la posibilidad de ofrecer precios atractivos con margen saludable de ganancia.
-Ruta de surtido sin plan. De no tener cuidado podemos tener fuertes fugas de tiempo y dinero por tener que regresar a bodega y traer cosas que nos faltaron, que perdamos horas y gasolina atorados en tráfico, buscando estacionamiento o tomando caminos más largos.
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