En México, en los últimos años, se ha popularizado mucho el término de “estudihambre” para designar a los estudiantes que tienen pocos recursos económicos para sacar los gastos del día a día. Estas personas, según indican los contenidos digitales, dependen de sopas instantáneas, latas de atún e ingenio para subsistir.
Todos sabemos que concluir los estudios universitarios, sobre todo si se cursan en un lugar lejos de la casa de los padres, puede ser un verdadero reto económico. Para aliviar esta situación, muchos estudiantes aceptan trabajar como becarios en lugares que les dan un salario muy pequeño a cambio de muchas horas de trabajo.
Además de padecer de falta de dinero, los estudiantes no tienen tiempo suficiente para conseguir otro trabajo que les permita ganar aunque sea unos cuantos pesos más. Por esto, lo indicado es buscar una fuente que genere un ingreso adicional que no les quite demasiado tiempo.
En la actualidad es posible generar un flujo constante de dinero sin tener que dedicar la mayor parte del día a atender un negocio propio. Esto significa que es posible compaginar un proyecto empresarial con las obligaciones y responsabilidades habituales. Esto es así porque los avances tecnológicos han permitido el desarrollo y consolidación de modelos de negocios redituables y de baja inversión.
Este tipo de modelo de negocio es idóneo para los estudiantes que buscan invertir el poco capital con el que cuentan para abrir un negocio que les permita ganar algo de dinero sin verse en la obligación de dejar de estudiar. Un ejemplo que encaja perfectamente en una forma de inversión de bajo riesgo es el de las máquinas vending, que con poco capital inicial y sin necesidad de mucho tiempo son capaces de generar una fuente confiable de ganancias.
Las máquinas vending, al no necesitar contar con alguien que las atienda todo el tiempo, no impiden que el dueño continúe con sus actividades ordinarias; por esta razón, también pueden ayudar a quienes tienen un empleo de tiempo completo, pero necesitan ganar más dinero.
Emprender un negocio propio no necesariamente significa tener que hacer una fuerte inversión inicial para rentar un local y comprar miles de pesos en mercancías, sino buscar qué clase de negocio se adapta a tu realidad. Comenzar con un proyecto de baja inversión que no requiera de mucho tiempo puede ser la solución para obtener un ingreso extra que te permita seguir cumpliendo con tus obligaciones, como el estudio o el trabajo
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