Para el funcionamiento de una
empresa, deben existir condiciones y elementos dependiendo el producto que
genera o servicios que provea. Un espacio de operación, maquinaria, servicios,
departamentos responsables de ventas, contabilidad, compras, administración y
personal para cada uno. Uno de los principales elementos para la eficiencia y
la efectividad de la empresa es la conectividad que se tiene desde que se
recibe materia prima hasta que se distribuye a puntos de venta o directo a
clientes; la logística, aunque se encuentra mayormente detrás del telón, puede
darnos la diferencia para ser más productivos, ahorrar en tiempos, espacio de
almacenamiento y costos en general.
Las aplicaciones de los siguientes
pasos tendrán variantes según el tipo de negocio, pero tienen el común
denominador para mejorar la logística y con ello nuestros resultados:
1. Hacer un mapa completo de tus operaciones. No se puede
mejorar lo que no se conoce, debemos tener datos duros respecto a nuestra
cadena completa de entradas y salidas. Debe considerarse cada punto en donde
acumulamos inventario, la capacidad de nuestros proveedores (volumen de
producción, tiempos de entrega), la utilización de espacio según prioridad de producto
y nivel de la demanda, además de métodos para mover los distintos inventarios
hacia su siguiente proceso y el cómo hacemos llegar el producto terminado hacia
nuestros clientes.
2. Identificar puntos clave. El criterio va desde los
puntos en donde haya más dinero concentrado por inventario, las operaciones más
lentas, la materia prima y componentes más caros o difíciles de conseguir
debido a tiempo de entrega largo (lead time por flete marítimo y/o
preparación), los proveedores y su desempeño, el aprovechamiento de nuestra
propia cadena de distribución (tiempo de entrega, utilización de espacio en
transporte y número de salidas.)
3. Armar planes piloto. Una vez que reconocimos los puntos
donde más se invierte tiempo y dinero, o en los que claramente estamos
desperdiciando, se pueden generar iniciativas para presentar a la
administración sobre planes de mejora. La recomendación es no intentar mejorar
todo de golpe, sino concentrarse en armar propuestas para resolver los
problemas principales; una vez que éstos sean resueltos podremos voltear hacia
nuevos retos.
4. Pruebas de pilotos y medición. Teniendo en cuenta la
sensibilidad de la logística en nuestras operaciones, las propuestas piloto se
ejecutan bajo condiciones controladas, ya sea ciertos días, turnos, productos o
servicios, para verificar su impacto antes de aplicar en forma global.
5. Ejecución. Una vez que el resultado de los pilotos nos
representa una mejora tangible en reducción de tiempos y costos, suficiente
como para justificar el costo de hacer cambios, se prosigue a la aplicación
oficial.
Mejora continua. Este ciclo de análisis,
experimentación e implementación debe ser parte permanente de nuestras
actividades, ya que la ventaja competitiva de la empresa está siempre en juego.
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