Es intimidante ver las cifras publicadas respecto al número
de negocios que fallan, algunas tan pesimistas como un 90 por ciento de los
nuevos negocio tipo Start-up, según Forbes. Tiempo e inversiones aplicadas para
terminar cerrando en los primeros dos años, hace que nos volvamos reservados y
evitemos riesgos; si queremos avanzar, debemos deshacernos de pensamientos
negativos y estar receptivos a las oportunidades futuras.
Para mejorar las posibilidades de éxito al emprender,
podemos enunciar los siguientes consejos:
1. Asegúrate que lo que deseas comercializar tiene un
mercado. Tu invento, producto o servicio puede estar perfectamente
conceptualizado, pero no quiere decir que van a existir filas de personas
listas para comprarlo, independiente a la promoción que le dés. Aunque nada
reemplaza la realidad, los estudios preliminares pueden darte una mejor idea
sobre el posible volumen de consumo que tendrías.
2. Tener claro la estructura de negocio que debe existir y
cuidar cada faceta. Una idea perfecta y un excelente soporte técnico no lo es
todo; debemos tener claras finanzas y responsabilidad compartida para todo lo
que se necesite. En especial los nuevos negocios, puede presentarse la ocasión
que un programador necesite hacer tareas de recursos humanos o de servicio a
cliente, como ejemplo.
3. No saber es una pobre excusa. Buena parte de los
negocios que fallan es por desconocimiento de algunas áreas, como la contabilidad,
ventas, procesos productivos, manejo de proveedores y contrataciones. Como
mínimo es conseguir literatura para cubrir los espacios, contratar personal con
las cualidades necesarias hasta buscar un asesor para analizar y detectar los
puntos flacos.
4. Asegurar el capital necesario. Los fondos o el
financiamiento que tenga el negocio deben ser suficientes para arrancar y
sostenerlo mientras llega a un punto de estabilidad. Es mejor esperar un poco
que terminar a mitad del camino.
5. La ubicación es fundamental. Sea para la cadena
logística de distribución o cercanía con tus proveedores, debemos encontrar la
ubicación de mayor cercanía, que se reflejará en mejores precios y más
consumidores.
6. Suficiente planeación. Sin importar el tamaño de
proyecto a emprender, es importante tener en claro las razones por las que lo
iniciaremos; aquí aplica el armar un plan de negocios, donde se describen las
cosas que se desean lograr, los recursos materiales y humanos necesarios,
competencia y elementos financieros para verificar factibilidad.
7. Crecer demasiado pronto. Este punto es similar al caso
de la inversión; necesitamos verificar con cuidado las reacciones del mercado y
si está preparado para recibirnos. Mismo caso sucede cuando tenemos acceso a
capital, podemos perder mucho dinero en inversiones innecesarias y decisiones
sin suficiente información del mercado; un crecimiento gradual y estable es más
recomendable, sin forzar la creación de un emporio de la noche a la mañana.
8. Aprender de los fracasos ajenos. Aunque
está bien admirar a los exitosos y estudiar su trayectoria, es igualmente
beneficioso el analizar las razones por las que otros no han tenido la misma
suerte. Sus experiencias pueden ser valiosas para sustentar y mejorar nuestro
plan de negocios.
9. Conserva el enfoque. Pueden presentarse miles de
oportunidades para iniciar negocios, mientras que nuestras capacidades tienen
un tope. La recomendación es no dividir tu atención en demasiadas actividades,
mientras no haya quien pueda administrar en tu lugar.
10. Mejora continua. Una vez que tengas el mejor plan y lo
eches a andar, necesitas la disposición para hacer enmiendas en el camino para
que con el paso de los meses reduzcas los excesos y puedas mejorar tu margen de
ganancia. Mejores operaciones, materia prima a costo más bajo, mejor logística,
todo para ahorrar en gastos y tiempos.
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