¿Has escuchado el concepto “Costo de oportunidad”? Todos los días nos enfrentamos a la decisión de consumir un producto o realizar una inversión. Cada una de nuestras decisiones, de lo que hacemos y lo que dejamos de hacer tiene un costo para nosotros (lo solemos identificar como consecuencias). Identificar cuáles son las situaciones con el mayor costo en nuestro día a día nos ayudará a tomar mejores decisiones.
Comprar un auto es una de las necesidades más comunes en la vida de las personas económicamente activas. Un auto puede representar para algunos un progreso, para otros un patrimonio familiar y para unos cuantos más un premio bien merecido, una forma de sentirse reconocido por sí mismo, familiares y amigos tras los logros obtenidos. Sea cual sea el caso, comprar un auto siempre será una decisión a corto plazo, que por complejo que suene, debería ser pensada a largo plazo.
Pensar la compra del auto a largo plazo nos permitirá analizar situaciones que claramente no se nos dirán en la agencia. Por ejemplo, el vendedor no te especificará que, cuando un auto sale de la agencia pierde automáticamente el 15% de su valor total y cada año que el auto se encuentra en uso o desuso pierde el 10% de su valor de mercado.
Invertir siempre será una mejor decisión que comprar un auto nuevo. La diferencia entre una y otra decisión podrá traducirse en grandes ganancias, una cantidad importante de dinero que puede hacer la diferencia para asegurar el futuro de una persona y su familia.
Volviendo al tema de los costos de oportunidades, el auto es solo una de tantas decisiones que tomamos todos los días. Evaluar activamente y sobre todo con paciencia e información las decisiones que tomamos diariamente nos permitirá sacar mejor y mayor provecho a las oportunidades que se nos presentan.
Informarnos es crucial para el éxito financiero. Para tomar cualquier decisión que involucre el uso de nuestro capital, debemos estar al tanto de cuáles son los negocios que están dejando mayores rendimientos y cómo podemos introducirnos en esos mercados. Además de investigar los modelos de negocios que mejor se adapten a nuestras necesidades, como el caso de las inversiones pasivas.
Estos modelos se representan de manera excelente con las máquinas vending. Basta con realizar una primera inversión de recursos, tiempo y esfuerzo para cubrir estos sencillos pasos:
1- Localizar un lugar conveniente dónde instalar la máquina
2- Hacer labor de negociación para obtener autorización
3- Instalar la máquina para después, sencillamente ocuparse de darle mantenimiento periódico y abastecerla cuando se requiera.
Así funcionan los modelos de ingresos pasivos, la inversión fuerte se realiza solo al inicio y después, sin mayor esfuerzo, se continúa teniendo altas ganancias sin sacrificar tiempo y libertad. Antes de estrenar auto, piensa en todas las veces que el importe que piensas invertir en el puede multiplicarse prácticamente solo, sin necesidad de invertirle tiempo ni esfuerzo. A mediano plazo, podrías estar comprando toda una flotilla con tus ganancias.
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