Cuando pensamos en nuestra propia libertad financiera, quizás parece
lejana e incluso inalcanzable. Nadie dijo que sería fácil, pero, sin duda es un
esfuerzo que con el tiempo vale la pena.
A través de la historia en todo el mundo han existido personajes que
demostraron que con perseverancia, tenacidad y determinación es posible cambiar
la historia de sus vidas y no preocuparse más por cuestiones financieras.
Steve
Jobs
En
el garaje de una casa habitada por los Jobs, en California E.U.A. empezaron las
primeras pruebas de uno de los desarrollos tecnológicos que revolucionarían al
mundo en el año de 1976. Semanas de dedicación e inversión de recursos se
tradujeron en meses, que hicieron lo propio en años, hasta dar lugar a la Apple
Computer Company. El resto, es historia que ya conocemos, pero todo
comenzó con la decisión de emprender.
Bill Gates
En
1975, junto a su amigo Paul Allen quedaron asombrados ante el chip 8080 de
Intel del ordenador Altair. Juntos, se propusieron diseñar el software para el
funcionamiento de ese chip que permitiría optimizar el uso de aquella
computadora. Así
que dedicaron todos sus esfuerzos para hacerlo realidad, al grado de que Gates,
con 19 años de edad, decidió abandonar la universidad de Harvard ese mismo año.
Los
resultados de sus esfuerzos son bien conocidos: amasa una de las fortunas más
grandes del mundo, cosechando frutos de la visión y empeño que tuvo durante la
juventud.
Mark
Zuckerberg
A
los 19 años, el neoyorquino que desde los 12 empezó a trabajar en la
programación de computadoras empezó a idear y desarrollar una red social para
que la comunidad universitaria pudiera relacionarse a través de Internet. La gran
respuesta y alta demanda por pertenecer a ‘Facebook’ lo llevó junto con su
equipo a dedicar horas de estrategia y programación para desarrollar la red
social que trascendió muros escolares y que actualmente se utiliza en todo el
mundo, permitiéndole a su creador la apertura de miles de empleos que
administran el servicio, mientras que él vive de manera holgada junto a su
familia.
Sin
duda, los tres personajes han revolucionado la manera de vivir de las personas,
marcando su huella en la historia. Si empezamos por creerlo, seguramente
nosotros podemos dejar nuestra propia marca, siguiendo lo mejor de cada uno de
ellos, por ejemplo:
- Motivación:
Estabilidad económica para la familia, viajes, compras, autosuperación,
logros o cualquiera que sea nuestra motivación, es importante tenerla
presente. Mantenernos motivados nos llevará a tomar nuevos retos y superar
errores y dificultades con mejor actitud.
- Profesionalismo: Fijar estándares de conducta,
criterios de aplicación de conocimientos y mantenerlos durante momentos
difíciles en nuestras relaciones con otros emprendedores y colaboradores ayudará
a un avance y reconocimiento más rápido de nuestra labor.
- Visión: Hay que ir no uno, sino varios pasos
adelante, tanto en previsión como en los resultados esperados. Tener una
visión es contar con mayor confianza y un respaldo de lo que se hace.
- Pasión, creatividad y originalidad: Son tres
conceptos ligados. Dejarlo todo en cada paso del proyecto, habla de la
pasión y fe que le tenemos. Ésta, estimulará en nosotros la creatividad
para que en cada detalle, se refleje nuestra entrega y compromiso,
haciendo que el resultado final, ya sea un proceso de trabajo, un producto
o un servicio, estén llenos de originalidad, completamente distintos a lo
antes visto.
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