martes, 29 de mayo de 2018

¡Rompe la rutina, ya!



Casi en automático, cada mañana iniciamos nuestros días de manera rutinaria, repitiendo procesos que dejamos de disfrutar. Desde pedirle los clásicos 5 minutos más al despertador, para luego levantarnos, darnos una ducha, vestirnos, desayunar -a veces no, por las prisas- y cuando nos damos cuenta, ya estamos en nuestro lugar de trabajo. Los días se van convirtiendo en semanas, meses, hasta que se vuelven años los que vivimos de forma monótona y sin variar.

Piensa: si pudieras, ¿Qué cambiarías de tu rutina diaria? ¿Por qué no hacerlo una realidad? La clave es que te decidas a salir de tu zona de confort y te arriesgues a buscar nuevas fuentes de ingresos económicos que te permitan ganar dinero invirtiendo menos tiempo y esfuerzo.

Hacerlo te dará la garantía de que ningún día se parecerá al anterior, ya que además de mantenerte ocupado, te dará el tiempo libre necesario para llevar a cabo todas las actividades que siempre has querido hacer.

Aunque son muchas, a continuación te presentamos las ventajas más importantes de ser tu propio ‘jefe’; es decir, de contar con una fuente de ingresos controlada 100% por ti mismo:

Comodidad

Dedicarte a desarrollar y administrar fuentes de ingreso bajo tu control, tu tiempo, vestimenta y plan de actividades del día no dependen de nadie que no seas tú mismo. Gracias a la apertura y rapidez que brinda el internet, podrías estar cerrando importantes tratos, haciendo labor de convencimiento con un nuevo cliente o brindando asesorías de tu especialidad desde la comodidad de tu casa, en pijamas o sin maquillar, por ejemplo.

No hay distancias
Una vez más, la red de internet es un importante aliado cuando se trata de impulsar pequeños negocios y fuentes de ingreso nuevas. Trabajando desde donde te encuentres, ya sea tu casa o tu lugar de actividades, evitas el tiempo, esfuerzo y dinero que se invierte en los traslados, que suelen ser prolongados y tediosos, sobretodo en las grandes ciudades.

Organización libre

No tener horarios establecidos es una de las mayores bondades de trabajar bajo tu propio mando. Al no tener que cumplir con horas-oficina, eres libre para decidir en qué momento agendar una cita con el médico, reparar el auto, atender compromisos familiares o salir de viaje. Si la inspiración para desarrollar algún proyecto llega de madrugada, no tienes que esperar hasta la mañana para asistir a trabajar. Tú decides cuándo y cuánto trabajas, y en la medida que lo hagas serán las ganancias que recibas.

Libre de jefes
Poco o casi nada se compara con la autonomía y libertad que te brinda trabajar por tu cuenta. La gente con la que te relacionas pasa de ser tu superior a tus aliados, ya que se trata de los clientes que mantienen andando tu negocio o proyecto. La diferencia en este caso es que tú decides con quién y por cuánto tiempo trabajar, permitiéndote ser selectivo y exclusivo en tus decisiones.

La mejor manera de romper con la rutina es empezar un negocio que sea tuyo, a tu manera. Emprende un Negocio de Máquinas Expendedoras y da el primer paso a convertirte en un empresario. 

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