Es
sorprendente la manera en que podemos desperdiciar el tiempo, haciendo de lado
las situaciones como los viajes planeados en forma y todas nuestras acciones
que tuvieron consideración previa, planificación y desarrollo. No se trata de
prohibir tareas o gustos, simplemente que haya un enfoque deliberado en la
manera que utilizas tus tiempos.
Ahora
bien, una temporada vacacional nos presenta oportunidades y condiciones clave
para iniciar un negocio. Entre las ventajas y puntos que debemos aprovechar
está lo siguiente:
-
Menor afluencia de tráfico. Aunque la norma es buscar las temporadas y momentos
en los que hay mayor circulación de personas y productos para mejorar nuestras
expectativas de ingresos, es cierto que en las etapas iniciales es más
importante y productivo tener la facilidad de poder hacer rondas para
investigar domicilios con potencial para convertirlos en nuestra base de
operaciones, o la ubicación de proveedores en la ciudad, evitando así el
tráfico usual de las calles.
-
Mayor disponibilidad personal. La que puede ser en el momento tu actividad que
genera el principal ingreso también es tu principal freno para cualquier
iniciativa que busque la diversificación, ya sea un negocio alterno que genere
un extra para tus planes—o cuando tienes en mente hacer cambios radicales y
quieres establecer una nueva fuente sólida de ingresos—las vacaciones
representan un periodo libre de ataduras, donde no necesitas permisos para
escaparte a realizar avances. En tiempos de normalidad, puedes definir una
agenda de trabajo y llevarla a cabo una vez que tengas días libres. ¡Haz que
esos días cuenten! Mientras no tengas presupuesto o un negocio alterno
encaminado, debes maximizar el aprovechamiento del recurso humano disponible,
tú mismo.
-
Acondicionamiento. Una vez que se tienen los resultados de los qué y cómo del
negocio, el siguiente paso será la instalación o adecuaciones relativas al
mismo. Todo el proceso de citarse con dueños de locales para conocer el lugar y
pactar condiciones puede tomar varias semanas, que en caso de tener el
compromiso de un empleo fijo, será necesario solicitar permisos especiales. De
igual manera, si se necesita preparar el local, pues parte importante de la
venta es la presentación del producto, el proceso puede tomar semanas (o meses
según el proyecto), haciéndolo tú mismo o supervisando el progreso del
contratista. Los días de vacaciones pueden servir como un espacio para estar
100% concentrado en el proceso preparativo, al menos en una de las fases.
-
Resolución de logística y problemas técnicos. Los días de vacaciones pueden
darte la perfecta oportunidad de resolver cualquier reto previo al lanzamiento
de tu negocio. Alguna configuración especial de la maquinaria o la realización
de pruebas piloto para detectar los problemas potenciales, son puntos que se
pueden resolver con mayor facilidad mientras estás lejos de tus obligaciones laborales
cotidianas.
Por
fortuna, cada tipo de negocio es distinto, dando espacio a algunos modelos
económicos en los que los preparativos son menores, como los dispositivos de
autoservicio, que no requerirían muchos días para ponerse en marcha; su
monitoreo y mantenimiento son igualmente prácticos, requiriendo tareas mínimas
para resurtir y dar limpieza. De esta forma, no tendrías que privarte de todo
el periodo de vacacional. Es también importante contemplar un tiempo de calidad
para el descanso, si es que deseas ser constante a largo plazo.
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