miércoles, 20 de marzo de 2019

¿Quieres? Hazlo, ¿Necesitas? Pide



¿Cuántas veces has dejado proyectos que te emocionan, que te gustan y que llevas tiempo trabajando en ellos, solo por miedo? Tal vez para muchos esto sea normal, pues el miedo al fracaso es tal vez el miedo más común en el ser humano. Algo que es totalmente válido, pues existe una gran probabilidad que ninguno de nosotros tenga éxito en su primer intento, independientemente de lo que se esté intentando. Debemos decirte que el miedo al fracaso nunca desaparece, no importa cuántas veces intentes, el miedo seguirá ahí. Lo que hará la diferencia entre aquellos que consiguen el éxito y los que fracasan es la tenacidad de volverlo a intentar y de hacer las cosas a pesar de que el miedo esté ahí.

Se dice “fracasa rápido y seguido para alcanzar el éxito”. Esta frase tiene más lógica de la que pudiese parecer. Cuando vemos a un emprendedor exitoso, es muy probable que él se sienta el emprendedor menos exitoso del planeta y que esto mismo sea su motivación para seguir planteando sus metas altas, difíciles, de manera que siempre pueda ir hacia adelante y cumplir otras nuevas.

De la mano del miedo al fracaso, viene el miedo a lo que los demás pueden decir de nosotros, especialmente si llegamos a fracasar. Este miedo es muy común, el problema con esta preocupación es que añade estrés a nuestra vida diaria y nos desenfoca de nuestras actividades porque nos orilla constantemente a preguntarnos si lo que estamos haciendo lo estamos haciendo bien, aunque creamos tener certeza y lo hayamos pensado varias veces, existe esa duda de lo que dirán los demás una vez que hayamos terminado.

Este miedo puede tomarse de manera positiva, es decir, podemos preocuparnos por lo que dirán las personas correctas sobre nuestro trabajo. Consultar a nuestro mentor, a algún experto en el tema, un amigo emprendedor que nos brinde un consejo, son opiniones de mucha ayuda para continuar intentándolo hasta cumplir nuestros objetivos. Esas son las opiniones que sí nos deben importar.

Ser emprendedor suele ser, de inicio, un trabajo solitario, en la búsqueda de implementar tu negocio de máquinas vending, deberás tocar puertas y probablemente recibir varios “no” antes del “sí” que te permita demostrar todo tu potencial.  Seguro sentirás miedo al fracaso, pero debes vencerlo y saber que es parte del éxito, además, algo sumamente importante es perder la vergüenza de hablar con los demás.

Muchos emprendedores se confiesan apenados de salir a buscar proveedores, aliados, clientes e incluso empleados. Esta pena muchas veces carece de fundamentos, otras veces está arraigada en la personalidad del emprendedor. En ambos casos es un aspecto que solo limitará el crecimiento personal y profesional de cualquier persona. No debe darnos pena acercarnos a otras personas, son seres humanos en búsqueda de sus propios objetivos y si no nos atrevemos a preguntar, no sabremos si nuestros objetivos se empatan con los de ellos y podríamos estar perdiendo grandes oportunidades de alianzas comerciales y grandes negocios.

Para empezar a ver ganancias pronto, debes comenzar ya. Acércate a Grupo Biz y te asesoraremos en todo el proceso para que inicies tu negocio de máquinas expendedoras tan pronto como te decidas. ¡Cotiza sin compromiso y descubre qué fácil puede ser!


No hay comentarios:

Publicar un comentario