Tradicionalmente todas las personas, cuenten o no con una preparación o título profesional, estamos adaptados a ganar dinero mediante dos esquemas de empleo.
El más conocido es el estipulado en la Ley Federal del Trabajo, y consiste en cubrir en promedio 48 horas de trabajo semanalmente para acceder a un sueldo, prestaciones de ley y un día de descanso. La mayoría de las personas, profesionistas o no, están adaptadas a generar ingresos bajo dos tipos de empleo. Este formato se distingue por tener un sueldo topado, que además actualmente suele ser insuficiente para satisfacer las necesidades del trabajador y su familia.
La otra cara de la moneda la conforman quienes son conocidos como emprendedores, propietarios de su propio negocio y que, a diferencia del primer grupo, éstos viven sujetos a trabajar todas las horas que sean necesarias, incluso sin días libres, ya que de ellos depende que su establecimiento prospere y reditúe para pagar salarios, renta y servicios, entre otros gastos. En el mejor de los casos, quienes emprenden tienen mayor soltura financiera, pero esto llega al cabo de varios meses e incluso años, una vez que han logrado posicionar su proyecto comercial.
Las exigencias del mundo actual han hecho que tanto los primeros como los segundos se inmiscuyan cada vez más en sus ámbitos laborales, dejando de lado otros aspectos fundamentales de su vida personal, como la convivencia familiar, el cuidado de la salud, los viajes y la continuidad en su preparación profesional.
Afortunadamente, para ambos existe la alternativa de generar ingresos adicionales sin que esto cueste un esfuerzo adicional. Incluso, con el tiempo esta entrada extra de dinero puede llegar a consolidarse como la principal fuente de sostenimiento de quien la emprende.
¿Has escuchado hablar de los ingresos pasivos? Toda entrada económica que llega a tu bolsillo sin que tuvieras que gestionarla de manera presencial, es considerada como un ingreso de esta naturaleza. Los ejemplos más populares son la renta de propiedades como casas habitación o locales comerciales, el rendimiento de una inversión o el cobro de regalías y ganancias por mercancías.
En otras palabras, se trata de una especie de ingresos automáticos que en los últimos años ha despertado el interés de quienes desean dejar de trabajar mucho ganando siempre lo mismo, y contar con más horas libres cada día.
Sabemos que migrar de un empleo fijo al emprendimiento puede ser una decisión difícil, que además requiere de tiempo para prepararse económicamente. Sin embargo, una de las principales ventajas de los ingresos pasivos es que no tienes que abandonar tu empleo ni tus ocupaciones actuales para empezar a generarlos.
Una de las mejores opciones para invertir tus ahorros y empezar a ganar dinero sin esfuerzo extra ha estado siempre a tu alcance. Se trata de las máquinas vending, populares por expender refrescos, golosinas y snacks en salas de espera de hospitales, terminales y oficinas.
Poner a circular tu dinero es fácil, y requiere un mínimo esfuerzo de apreciación. Solamente debes elegir el lugar en el que quieres colocar tu expendedora, gestionar el permiso si es que es necesario, surtirla y ¡Listo!
• Cada vez que tu máquina se vacía, puedes ganar aproximadamente 1,300 pesos
• Se estima que una máquina colocada y surtida adecuadamente puede vaciarse cada 24 horas
• Las máquinas vending no tienen límite de ganancias
Interesantes datos, ¿Verdad? Lo mejor: Este negocio no pierde vigencia, pues gracias a su practicidad siempre son útiles para consumidores que las prefieren antes que trasladarse a un supermercado o tienda para comprar los productos que necesitan.
Nadie nace sabiendo. Afortunadamente, para iniciar tu negocio de expendedoras, cuentas con Grupo Biz. Permítenos ayudarte a ser un exitoso emprendedor, y desarrollar tu negocio de máquinas vending de la mejor manera. Acércate a nosotros y empieza a planear tu proyecto, estaremos contigo de principio a fin. ¡Contáctanos!
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